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miércoles, 6 de noviembre de 2013

Tom Hanks volvió al mar

El thriller de acción de Columbia Pictures, Capitán Phillips, protagonizada por el dos veces ganador del Oscar, Tom Hanks, es la verdadera historia del Capitán Richard Phillips y el secuestro del MV Maersk Alabama con bandera estadounidense en 2009 por piratas somalíes; el primer buque de carga estadounidense en ser secuestrado en 200 años. La película está basada en el libro ‘A Captain’s Duty: Somali Pirates, Navy SEALs, and Dangerous Days at Sea’, por Richard Phillips con Stephan Talty.

MAESTRO DE LA FICCIÓN DOCUMENTAL

Greengrass vuelve a poner en marcha este thriller su estilo documental, el docudrama, influenciado por maestros como Costa-Gavras y, sobre todo, Gillo Pontecorvo (La batalla de Argel, 1966), con una intensa investigación previa sobre el tema a tratar, al igual que hizo para otros títulos suyos como United 93 (sobre el vuelo secuestrado el 11-S que no llegó a su destino) Bloody Sunday (sobre una masacre del Ejército británico en Irlanda del Norte).

Así, aunque el filme está basado en el libro del capitán Richard Phillips junto a Stephan Talty ‘A Captainís Duty: Somali Pirates, Navy SEALs and Dangerous Days at Sea’, en el guion de Bill Ray se incluye también el punto de vista de los piratas somalíes, para dar una mayor perspectiva a la historia y bucear en los problemas de la piratería, para mostrar que se trata de organizaciones altamente jerarquizadas en las que, al final, los piratas son el último eslabón de una poderosa cadena.

“La piratería es un crimen, y la película no busca justificarla, pero creo que la gente tendrá compasión de Muse. (...) Claro que es un criminal, pero también es una persona en un aprieto”, explica el actor Barkhad Abdi, de origen somalí, que interpreta a Muse, el líder de los piratas captores. Un actor novato que debuta de manera sorprendente en esta cinta, que aguanta el tipo sin pestañear a un magistral Tom Hanks.

RODAJE EN ALTA MAR

Inmerso en este estilo documental realista que busca la veracidad, el 75% de Capitán Phillips se rodó en 60 días en mar abierto a bordo de un carguero similar al Maersk Alabama, un rodaje que Greengrass confiesa que ha sido “la experiencia más ardua de mi carrera”.

El esfuerzo físico para los actores, y todo el equipo, fue extremo, rodando día tras día en alta mar, en espacios confinados y azotados por las mareas. El director contó, para ello, con la colaboración tanto de la empresa mercante Maersk, propietaria del buque secuestrado, y de la Armada estadounidense, que participó con alguno de sus buques de guerra.

La escena del rescate de Phillips por parte de la Armada fue para Greengrass “la secuencia más difícil y compleja” de su carrera, en la que se combinaron secuencias nocturnas en noche americana, al anochecer y por la noche, y sin usar gráficos por ordenador.

Con esta forma de rodar (además, muchas de las largas secuencias son con cámara al hombro y sin utilizar plataformas móviles), Peter Greengrass consigue meternos la angustia en el cuerpo, como si estuviéramos a bordo del barco con la tripulación.

UN CASTING SORPRENDENTE

Tampoco se usó la animación por ordenador en la escena del abordaje del Alabama, para la que los cuatro actores novatos que dan vida a los piratas somalíes (Barkhad Abdi, Barkhad Abdirahman, Faysal Ahmed y Mahat M.Ali) tuvieron que someterse a un riguroso entrenamiento para ser ellos mismos los que ejecutaron la maniobra de abordaje a bordo de un pequeño esquife y en medio de una resaca considerable.

“Paul nos dijo que no buscaba actores, quería que nos convirtiéramos en piratas. No sabía nadar y aprendí a escalar. El miedo no era una opción”, cuenta Abdi, que da vida al pescador reconvertido en pirata, un personaje que, a lo largo de la película, se demuestra que está tan atrapado en el círculo de la piratería como su rehén.

Siguiendo la concienzuda forma de trabajar de Greengrass, los actores que daban vida a los piratas no se encontraron con los que interpretan a la tripulación del carguero hasta que rodaron la escena inmediatamente posterior al abordaje, en la que asaltan el puente de mando. “La verosimilitud fue incalculable. Se nos puso la piel de gallina”, cuenta Hanks de la escena, que se consiguió rodar en esa primera toma.

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