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miércoles, 20 de noviembre de 2013

Comedia sobre la creación del vibrador

En la época victoriana, algunos doctores practicaban a las pacientes un masaje manual en la zona pélvica. En este caso Tanya Wexler, se apoya en la historia real de la invención a finales del siglo XIX, en plena época victoriana, del vibrador por parte del doctor Mortimer Granville (Dancy) como parte de la terapia para tratar la “histeria”.

Como explicó Dancy, los aspectos más cómicos y a la vez los más escandalosos, proceden precisamente de la seriedad con la que el estamento médico consideraba la histeria como una condición femenina. “Más allá de los vibradores, es la premisa del filme el hecho de que estos doctores estaban diagnosticando, sin ningún tipo de ironía, esta condición (histeria) que no existía. Y sin considerar que podía haber algo sexual. Lo que es escandaloso” dijo Dancy.

Durante siglos, pero especialmente en el siglo XIX, los doctores diagnosticaron y trataron la llamada “histeria femenina”, una condición emocional que se vinculaba con el útero y ha sido descartada por la medicina. En la época victoriana, algunos doctores, entre ellos el especialista en “medicina femenina” Robert Dalrymple (Jonathan Pryce), practicaban a las pacientes que se creía que padecían histeria, un masaje manual en la zona pélvica que provocaba el orgasmo aunque los doctores nunca lo asociaban con la sexualidad. Las manipulaciones pélvicas del doctor Dalrymple, y la hija del doctor Charlotte (Maggie Gyllenhaal), son las que provocaron que Granville inventará el vibrador para tratar de forma mecánica la supuesta condición.

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