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miércoles, 24 de julio de 2013

Llegando hasta el límite físico y emocional: Wolverine

Esta historia lleva a Wolverine a un mundo que no se parece absolutamente nada a cualquier otro visto anteriormente en la saga X-Men.Visualmente es diferente y el tono también es distinto. Hay muchas batallas en esta historia, pero la mayor de todas es la que se desarrolla dentro de Logan ante la disyuntiva de ser un monstruo o convertirse en ser humano.

SINOPSIS

En Wolverine Inmortal, el más icónico de los personajes del universo X-Men se embarca en una épica aventura por el Japón de nuestros días. En esta película, basada en la célebre serie de cómics de Marvel, Logan (Hugh Jackman), el centenario mutante popularmente conocido como Wolverine, es atraído con engaño a un Japón que no visitaba desde la II Guerra Mundial; y donde se sumerge en un tenebroso mundo controlado por la Yakuza y los samuráis.

Encontrándose de repente huyendo junto a una misteriosa y bella heredera, y enfrentándose por primera vez a la posibilidad de morir realmente, Logan llegará hasta el límite físico y emocional, como nunca lo había hecho anteriormente. En un peligroso viaje para redescubrir al héroe que hay en su interior, Logan se verá forzado a lidiar no sólo con poderosos enemigos, tanto humanos como mutantes, sino también con los fantasmas de su propio y tormentoso pasado. Mientras entrecruza sus garras de adamantio con las espadas samuráis, combatiendo contra un entramado que fusiona amor, traición y honor, Wolverine llegará a comprender cuál es el verdadero precio de una vida sin fin.

NOTAS DE PRODUCCIÓN

El personaje de Wolverine vio la luz en 1974, cuando apareció por primera vez en la última página de una edición del cómic The Incredible Hulk, página que presagiaba su incorporación a la banda de héroes mutantes conocidos como los X-Men. Pronto sería mundialmente conocido por sus garras de adamantio, sus poderes de autocuración y sus primitivos y “enloquecidos” ataques de furia; todo lo cual contribuyó a convertir a Wolverine en una superestrella del universo de los superhéroes.

En los años 80, Wolverine demostró su verdadero potencial; en una miniserie limitada a cuatro ediciones creada por el guionista de X-Men Chris Claremont y el legendario artista gráfico Frank Miller (The Dark Knight, Sin City).

En la serie, el personaje viaja solo hasta Japón, donde se sumerge en una espiral de crimen, traición y honor, en medio de la cual se ve forzado a enfrentarse tanto a su terrorífica fuerza como a su desconocida vulnerabilidad. Intentando desenvolverse en un mundo que apenas puede entender, Wolverine, por primera vez, descubre su particular sentido de la justicia.

Una de las tramas favoritas de los fans de Wolverine desde hace tiempo, la historia sirvió también de fuente de inspiración para el actor nominado al Oscar, Hugh Jackman, que ha encarnado al personaje en las seis películas de la taquillera saga X-Men (y actualmente está rodando una séptima). Jackman vio en esta parte poco conocida de la historia del personaje una insólita oportunidad para profundizar aún más en la indestructibilidad de Wolverine y explicar sus aspectos más oscuros de una manera totalmente distinta.

Dicha pretensión obtuvo un gran impulso cuando Jackman se unió al director James Mangold, quien era la opción idónea para aportar una nueva visión sobre Wolverine y alejar al personaje de las habituales y convencionales tramas del universo X-Men.

El director James Mangold señala: “Lo que me interesaba en Wolverine Inmortal era hacer algo muy distinto a la típica película de superhéroes, en la que todo gira en torno a detener el diabólico complot de un villano. En esta historia, la acción y el suspense se erigen más sobre el personaje y se encuadran dentro de un mundo que proporciona un tipo de experiencia completamente diferente, una que nadie ha visto antes”.

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