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miércoles, 14 de noviembre de 2012

Conacine enfrenta una auditoría y la futura Ley del Cine



Determinar el estado del Consejo Nacional del Cine (Conacine) y continuar en la elaboración y consenso de la nueva Ley del Cine son los retos que enfrenta el director interino de la institución descentralizada, Iván Rivas.

“Ya hemos solicitado un informe de los estados financieros que recibiremos a finales de esta semana. Asimismo, hemos enviado al ministro (de Culturas), Pablo Groux, la solicitud oficial para iniciar la auditoría interna”, informó Rivas, también director de Asuntos Jurídicos de la cartera. Rivas asumió el cargo de director del Conacine tras el alejamiento del documentalista Demetrio Nina por decisión unánime del directorio de la institución, el 30 de octubre.

Nina fue destituido por incumplimiento de deberes, acusación que el cineasta rechazó y, aseguró, demostrará que es falsa. Rivas advirtió que aún no hay una fecha fija para el inicio de la auditoría, ya que ésta depende del Ministerio de Culturas. Asimismo, tampoco hay un plazo establecido por los estatutos para convocar a un nuevo director.

Mela Márquez, directora de la Cinemateca Boliviana, confirmó que mientras no se termine la auditoría del Conacine no se puede emitir una convocatoria. “La situación no está clara y para la transición todo debe estar en orden”, agregó.

La Cinemateca es una de las instituciones que forma parte del directorio del Conacine. Las otras son el Ministerio de Culturas, representado por Rivas; la Cancillería, Consuelo Ponce; el Ministerio de Educación, María del Pilar Chávez; la Asociación Nacional de Cineastas (Asocine), Gioconda Aguilar; el Movimiento del Nuevo Cine y Video Boliviano, Victoria Guerrero; y la Cámara de Empresarios Cinematográficos, con Fernando Ortuño.

Nina, quien asumió el cargo en mayo de 2011, declaró a La Razón —el momento de su salida— que su destitución se debe a diferencias de visión con el directorio. La exautoridad sostuvo que su intención era democratizar el cine, pero “hubo mucho interés por parte de Asocine, la Cinemateca y la Cámara de Empresarios Cinematográficos”.

Uno de los cuestionamientos contra Nina es la contratación y despido de personal sin la aprobación del directorio. Uno de estos casos es el de un consultor para la realización de un borrador de la Ley del Cine.

El consenso y elaboración de un proyecto final de esta normativa es el segundo reto que asume el Conacine en esta etapa. Rivas señaló que el ministerio cuenta con su versión del documento, el cual está siendo evaluado y se socializará con los protagonistas del audiovisual boliviano.

“Es esencial que completemos la Ley del Cine. Estamos trabajando para acelerar el proceso y poder enviarla pronto a la Asamblea”, consideró la autoridad. Rivas rechazó hablar de las anteriores gestiones del Conacine, y dijo que, primero, tienen que concluir los procesos legales iniciados en la institución. Entre las atribuciones del Conacine está el regular las producciones nacionales y garantizar su origen boliviano.

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