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viernes, 26 de octubre de 2012

De Ben Affleck, ganador de varios premios de la Academia: Argo

RGUMENTO

El 4 de noviembre de 1979, cuando la revolución iraní alcanza su momento de mayor tensión, unos militantes irrumpen en la embajada norteamericana en Teherán, tomando a 52 norteamericanos como rehenes. Pero en medio del caos, seis de ellos consiguen escabullirse y encuentran refugio en la residencia del embajador canadiense, Ken Taylor. Conscientes de que es solo cuestión de tiempo que los encuentren y posiblemente los asesinen, los gobiernos de Canadá y Estados Unidos piden la intervención de la CIA, que recurre a su mejor especialista en “exfiltraciones”, Tony Mendez, para que idee un plan con el que sacarlos del país sanos y salvos: un plan tan increíble que sólo sería posible en una película.

SOBRE LA PRODUCCIÓN

En 1980, Studio Six Productions anunció un nuevo proyecto cinematográfico que contaba con los elementos de una superproducción de ciencia ficción: naves espaciales, extraterrestres, acción y aventura... todo ello en un planeta árido y lejano. Anunciada como una “conflagración cósmica”, la epopeya histórica nunca halló luz verde por parte de las productoras, sólo pudo darle el visto bueno el Comandante en Jefe de Estados Unidos.

Más de 30 años después, Ben Affleck dirige, produce y protagoniza Argo, una película basada en la historia real de la misión encubierta para rescatar a seis norteamericanos atrapados en Irán, tras la toma de la Embajada de Estados Unidos en Teherán que conmovió al mundo en 1979 .

El grupo había conseguido por los pelos no ser tomado como rehén por los revolucionarios iraníes y se les dio refugio en la residencia del embajador canadiense Ken Taylor, que arriesgó todo lo que estuvo en su mano para ayudar a los norteamericanos, incluso cuando el resto les volvió la espalda. Pero los “huéspedes” (como se han llegado a llamar) estaban en constante peligro de ser encontrados y capturados... o de algo peor. Con el tiempo agotándose, el mejor experto en exfiltraciones de la CIA, Antonio (“Tony”) Mendez, concibió un plan de escape brillante aunque estrafalario.

“Tony era amigo de un famoso artista de maquillaje llamado John Chambers y sabía que los profesionales del cine a veces viajan en busca de determinados lugares, así que le ocurrió una idea única”, explica Affleck.

El plan consistía en que los seis fingieran ser un equipo de rodaje canadiense en busca de un determinado lugar para después simplemente escaparse en avión... aunque llevarlo a cabo resultó ser cualquier cosa menos sencillo. “Se trataba de un juego sin reglas, por lo que era extremadamente arriesgado. Lo más peligroso era la inseguridad acerca de lo que harían aquellos a los que estábamos intentando evitar: no teníamos modo de saber lo que ocurriría si nos capturaban (a nosotros o a alguno de los rehenes)”, recalca Tony Mendez.

Joshuah Bearman, que en 2007 relató la huida en un artículo de la revista Wired, nos cuenta que “la toma de la embajada fue un suceso sísmico a nivel mundial. Nadie sabía cómo responder a una situación como esa. El problema de los seis huéspedes era aún más peliagudo puesto que la diplomacia no era una buena opción y, día a día, aumentaban las posibilidades de que fueran descubiertos. Finalmente, Tony Mendez, que había exfiltrado a mucha gente de Irán y de otros países, tomó cartas en el asunto ideando este plan”.

Había también una amenaza muy real contra quienes dieran refugio a los norteamericanos. El embajador Ken Taylor afirma que “durante aquellos tres meses, el personal de la Embajada Canadiense estuvo en peligro por la situación. Todos nos sentíamos ofendidos por la ruptura violenta del protocolo diplomático, pero además, se trataba de nuestros amigos. Estados Unidos y Canadá han mantenido siempre una relación especial que supera cualquier límite. Me han atribuido buena parte del mérito, pero también se debe a mi mujer, Pat, y al personal de la embajada”.

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