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miércoles, 10 de octubre de 2012

Actores famosos filman en Bolivia

Los olvidados es el título de la película que protagonizan Schlomit Baytelman y Damián Alcázar.

Un amorío en ciernes, latente pero inconcluso. Él es un exmilitar ligado con la dictadura, ella su ama de llaves. Damián Alcázar y Schlomit Baytelman dan vida a José y a la Señora Gloria, dos personajes centrales en Los olvidados, la nueva película del realizador mexicano Carlos Bolado, producida por la cochabambina Carla Ortiz e inspirada en el Plan Cóndor de las dictaduras militares, cuyo rodaje se inició ayer en La Paz y se prolongará entre siete y ocho semanas.

DIÁLOGO PRIVADO, CON CURIOSOS. Por momentos parece que charlarán sólo entre ellos. Ni el periodista ni el fotógrafo les interrumpen, pero luego recuerdan que es una entrevista y la retoman. Alcázar (1953), irónico y sin pelos en la lengua, explica que su personaje es el narrador de la historia. “Es un general retirado ya, octogenario, que de repente intuye esta premonición de muerte que siempre le llega a la gente grande y le hace tener como flashbacks de su vida de militar y revivir lo que ocurrió. Era un mando medio que lo pasaron a alto por su 'servicio a la patria' matando jóvenes”. Baytelman (1951) encarna a su ama de llaves. “Hay una historia ahí de tensión amorosa, una constante. Hay una formalidad y también un tremendo amor, que no se ve, solamente se sospecha”, acota.
ELLA REPITE, ÉL ES PRIMERIZO. La actriz chilena de origen israelí participó cinco años atrás en Los Andes no creen en Dios, película de Antonio Eguino, por lo cual vuelve a Bolivia. En su primera vez en el país era aún adolescente, como alumna de la Escuela de teatro de la Universidad de Chile, “y ahí quedé enamorada de La Paz, de la salteña -qué cosa más rica- y también de Uyuni”. Hace un lustro, evoca, “fue una experiencia hermosísima de trabajo con gente que jamás había conocido antes. Nos dimos cuenta que las cosas son muy parecidas entre nuestros países. Y me alegra también reencontrarme con personas con las que ya trabajé”.
El intérprete mexicano recién, ahora, conoce el país. “Tenía que venir para Carga sellada (película de Julia Vargas Weisse rodada meses atrás), pero tenía otra filmación y me lo perdí. Me adapto rápidamente a la altura paceña. Mastico hojas de coca de inmediato y empiezo a comer en la calle, subo y bajo y, cuando estoy cansado, me relajo. Ya comí las tucumanas, las salteñas, todo", dice el actor que más premios Ariel —ocho en total— tiene en la historia del cine azteca.
Respecto a ese pergamino previo, Alcázar es claro. “Al tercer premio me di cuenta: es una responsabilidad enorme, porque tu nivel no tiene que bajar nunca, no puedes ser perezoso. Hay que estar a solas en casa escrutando el guión hasta encontrar a ese personaje que tiene que ser otro, que no eres tú”. Por ahora, las cámaras dirigidas por Bolado descubrirán a estos dos seres.

“Que la gente piense y reflexione en no repetir ese pasado nefasto, para estar más alertas y descubrir que en la armonía y en el amor por el prójimo está verda-deramente el futuro”.

Damián Alcázar / ACTOR MEXICANO

“Para mí no es un trabajo más, es algo nuevo y prefiero no tener expectativas, esperar a lo que pase. Quiero que sea lo que es el guión y ya, porque ya está diciendo muchas cosas”.

Schlomit Baytelman / ACTRIZ CHILENA

La DICTADURA deSDE DOS MIRADAS. Schlomit Baytelman dice que es hija de la dictadura, porque el golpe de Pinochet la encontró en el teatro de la Universidad de Chile y tuvo que replantear su carrera. “Siento que esto es como el teatro del absurdo: tanto dolor ridículo, tanta muerte sin sentido y
para nada”.

TRUNCARON LA DEMOCRACIA. Aunque no hubo un golpe de estado en México, Damián Alcázar reflexiona que fuimos en detrimento, “porque nuestros países hubieran llegado a la democracia mucho más temprano y eso apenas se está consiguiendo. En Tlatelolco estábamos ya acercándonos a una democracia necesaria”.

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