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domingo, 27 de mayo de 2012

Apuestas por la Palma de Oro se centran en Haneke, Nichols y Carax

La 65 edición del Festival de Cannes finaliza mañana con la entrega de premios y, el más codiciado, la Palma de Oro, busca dueño entre un puñado de películas que han gustado pero no impresionado, como "Amour", de Michael Haneke; "Mud", de Jeff Nichols, o "Holy motors", de Leos Carax.


Las quinielas están muy abiertas y hay apuestas para todos los gustos. Y hoy, último día de la competición oficial ha entrado con fuerza "Mud", del estadounidense Jeff Nichols, una sólida historia con un gran Matthew McConaughey a la cabeza, que tiene en su convencionalismo su punto flaco. Frente a esta película, otras muy rompedoras.


Hay quienes han adorado la extraña propuesta de Carax, que se llevó abucheos en su primer pase y que ha sido tan criticada como adorada, creando una polémica que en menor grado también ha provocado "Post tenebras lux", del mexicano Carlos Reygadas.


Una gran belleza formal para una historia en la que no hay mucho que entender y en la que uno sólo pude dejarse llevar por las emociones.


Junto a estas dos películas, sin duda las más comentadas el Festival, otras más clásicas, mucho menos radicales pero no menos profundas en sus planteamientos.


"Amour", con la que Haneke demuestra que el amor es tanto ternura como pasión y que cuenta con dos tremendos protagonistas, los franceses Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva, que dan toda una lección de interpretación y emotividad y que desde el primer día apuntaron alto hacia los premios de actuación.


También contiene una gran actriz "De rouille et d´os", del francés Jacques Audiard, que saca lo mejor de Marion Cotillard en un papel duro pero no melodramático y que es la historia mejor rodada de la competición.


Y "Jagten" con la que el danés Thomas Vinterberg ha convencido en Cannes, con una enorme tensión contenida para una historia de falsos abusos sexuales que se sostiene en los hombres de Mads Mikkelsen y la niña Annika Wedderkopp.


Menos conocidas, las rumanas Cosmina Stratan y Cristina Flutur, ambas debutantes en el cine con la película "Dupa Dealuri" ("Beyond the hills"), de Cristian Mungiu, que ha llevado a Cannes una película radical, de largos planos secuencias y bella fotografía, que combina con una fuerte crítica social.


Una película con la que está bien posicionado para la que sería su segunda Palma de Oro -al igual que el austríaco Michael Haneke- aunque para ello tiene que haber convencido a un jurado muy ecléctico presidido por el italiano Nanni Moretti.


Los realizadores Alexander Payne, Andrea Arnold y Raoul Peck, las actrices Diane Krugger, Emmanuelle Devos y Hiam Abbas, el actor Ewan McGregor y el diseñador Jean Paul Gaultier forman un jurado que el primer día del festival dijo que quería ser sorprendido por alguno de los 22 filmes en la competición.


Una condición muy amplia y muy limitada al mismo tiempo, en la que puede entrar "Cosmopolis", del canadiense David Cronenberg, una propuesta muy arriesgada sobre una novela de Don DeLillo que carga contra el capitalismo, o "Vous n´avez encore rien vu", una mezcla de cine y teatro con la que el veterano Alain Resnai de 89 años, busca su primera Palma de Oro.


O la ucraniana "V Tumane" ("En la bruma"), una historia de traiciones en la guerra con la que el documentalista Sergei Loznitsa puede suscitar el necesario consenso, gracias a su bella factura y una historia son contemplaciones.


Menos posibilidades tienen los directores estadounidenses en competición. Aparte de Nichols, presentaron películas Lee Daniels, "The Paperboy" -en la que destaca la actuación de Nicole Kidman y, de nuevo, Matthew McConaughey-; Andrew Dominik, "Killing them softly", y Wes Anderson, "Moonrise kingdom", que no han dejado mucha huella como tampoco la del australiano John Hillcoat, "Lawless", o la del brasileño Walter Salles, "On the road".


Sí han gustado, aunque en las listas elaboradas por las revistas especializadas aparecen alejadas de los premios, "Reality", de Matteo Garrone, o "The angel´s share", un filme con el que Ken Loach cambia, con éxito, el drama por la comedia.


Y mucho menos éxito con su traslado a Japón ha tenido el iraní Abbas Kiarostami, con "Like someone in love", que apenas ha tenido repercusión.


Como tampoco han calado "Paradise: Amor", del austríaco Ulrich Seidl; "Baad el Mawkeaa" ("Apres la bataille"), del egipcio Yousry Nadsrallah; "Da-reun na-ra-e-suh" ("In another country"), del surcoreano Hong Sangsoo ni "Do-nui mat" ("La borrachera del dinero"), de su compatriota IM Sang-Soo.


Unas 22 películas tratarán de hacerse con la cotizada Palma de Oro en una ceremonia que se celebrará mañana por la tarde.

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