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sábado, 14 de mayo de 2011

"Miss Bala", belleza y violencia explotan en Cannes

¿Es posible en México conseguir un sueño sin que la corrupción se cruce en el camino? Gerardo Naranjo, tras llevar a Venecia "Voy a explotar", ha presentado en la sección "Una cierta mirada" de Cannes "Miss Bala", la historia de un concurso de belleza que acabó teñido de sangre.
Después de aquella cinta sobre el vacío existencial de dos adolescentes de familia bien, Naranjo sintió que había sido "demasiado cómodo", y que quería "un cambio radical", explica en una entrevista con Efe.
Así, decidió enfangarse investigando los verdaderos problemas de su país, que hasta ahora habían sido retratados "con muchos dorados, con Perdita Durango... todo muy estilizado", asegura.


Su objetivo, entonces, era hacer "un National Geographic de los narcotraficantes: de cómo andan, de cómo se hablan a través del 'walkie" y, sobre todo, de su "nivel de ignorancia", de que no tienen "ninguna noción de lo que es quitar la vida", ya que es esa amenaza de lo aleatorio la que genera el clima de "salvajismo" que se respira en México, según el director.


Pero ante esa voluntad había un problema. "No quería entrar en sus cabezas ni contar la historia desde su punto de vista", asegura quien ya estuvo presente en Cannes, aunque en el festival paralelo Semana de la Crítica, con "Drama/Mex".


Entonces, leyó en la prensa la historia de Laura Zúñiga que había sido encarcelada poco después de ser coronada reina de la belleza de Sinaloa (México) y encontró el narrador que buscaba. "Todo lo que sale en la película ocurrió, pero he sumado diferentes acontecimientos reales hasta crear mi propia trama", explica el director, formado en el American Film Institute.


Con todos los elementos de la ecuación se dispara entonces "Miss Bala", protagonizada por una belleza como la de Stephanie Sigman, quien mientras prepara el certamen para ser la más guapa de Baja California sobrevive a una matanza perpetrada por Lino, pero acaba sin pretenderlo uniéndose a su banda.


Sin embargo, a pesar del frenesí que destila la trama, Gerardo Naranjo echa el freno para crear "una atmósfera que cubre todo, que no podía ser alterada por los eventos que suceden en la cinta" y que convierte "Miss Bala" en una "película de acción sin acción". En un fatalismo asumido con una suerte de resignación.


"En México hay mucha energía y mucha vida, pero nos estamos acostumbrando a la violencia. Nos acostumbramos a decir a nuestros hijos cosas como 'si ves una balacera (tiroteo) date la vuelta, o si te roban dáselo todo", lamenta.


Y, una vez más, los procedimientos en "Miss Bala" no difieren mucho a un lado o al otro de la legalidad, lo que deja a la protagonista igualmente vejada por los criminales y los policías.


"México es la corrupción total, hay una eliminación de la ley", asegura el director.


Así, mezclando a una mujer hermosa con el lumpen apela a despertar conciencias y, al mismo tiempo, alertar sobre esa tendencia en la que "las organizaciones criminales se están agarrando a la belleza como trofeo. Ahora para ellos es lo más poder agarrar a Alejandra Guzmán o a Gloria Trevi", concluye.


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