El nuevo director de la Cinemateca Boliviana, el cineasta Marcos Loayza, quiere dejar huella y a pocos días de haber asumido el cargo ha anunciado una serie de proyectos para que la institución tenga presencia fuera de La Paz, donde se encuentra su edificio central. Entre las principales está el reforzamiento de la Cinemateca Rural, además de implementar los cine clubes en 22 ciudades del país.
“La idea es tener subsidiarios, que las películas sean proyectadas en otros espacios, pero también que se amplíe la labor social de la Cinemateca, que no sea solamente proyección de filmes. Es por ello que el proyecto del cine club está relacionado con el cine y la temática social y cultural”, expresó Loayza.
El director indicó que su trabajo se desarrollará sobre tres ejes: preservar la memoria visual del país, fomentar la producción nacional y difundir la cultura cinematográfica en Bolivia.
En este último punto hizo énfasis en la necesidad de formar y orientar al público en tiempos en que el consumo de filmes de diversos géneros es cada vez más masivo. “Cuando la Cinemateca nació hace más de 30 años, las únicas posibilidades de ver películas era en 35 mm, ahora han cambiado los formatos y el acceso. En ese sentido, queremos que la gente descubra las diversas formas de ver cine, conozca las tendencias y analice los géneros y autores. Para ello ampliaremos los ciclos de los lunes de Cinemateca en pareja, el martes de cine español, el miércoles de cine brasileño, el jueves de cine francés y el viernes de cine alemán”, afirmó Loayza.
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