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martes, 8 de junio de 2010

“He cumplido mi sueño de filmar un western”

Cumplió su sueño de filmar un western. Así lo asegura Paolo Agazzi, el coproductor boliviano de la película Blackthorn, que fue filmada por Mateo Gil y que narra las andanzas del mítico bandolero estadounidense Butch Cassidy en Bolivia. En conversación telefónica con La Prensa, Agazzi informó que el filme ahora entrará en su etapa de postproducción, trabajo que se realizará en España hasta principios de 2011.

—A la conclusión del rodaje de la película Blackthorn, ¿considera que ha cumplido uno de sus sueños?

—Sí, filmar un western no es una cosa de todos los días. Es un sueño de todo cineasta el filmar un western, si bien en esta producción no he sido el director local.

—¿Cuándo terminaron el rodaje?

—El sábado fue el último día de rodaje, en la estación de trenes de la localidad de Viacha (en la ciudad de El Alto).

—¿Ahora qué viene?

—Empieza la etapa de postproducción. Esto significa el montaje de la imagen, el armado de las bandas del sonido, efectos especiales, la composición de la música. En realidad ésta es la etapa más larga y dura, se calcula que tomará hasta principios de 2011. Este trabajo se lo realizará en España.

—¿Cuál es la evaluación que hace de la filmación en Bolivia? ¿Con qué dificultades tropezó el equipo?

—La dificultad más grande ha sido de tipo logístico porque es evidente que, como en pocas películas, cada escena de Blackthorn era en una locación diferente . Entonces se tuvo que buscar un montón de lugares, y cada día era un sitio nuevo. En muchos casos, locaciones bastante complicadas por la altura y el frío.

—Fue una película complicada…

—Era una película complicada y obviamente la complicación más grande venía por el aspecto logístico. Sin embargo, se han logrado superar todos los obstáculos, culminar el rodaje tal como había sido previsto, sin renunciar a nada, sin postergar nada, sin sacrificar nada y en el cronograma que estaba previsto inicialmente.

—El tiempo fue el de rigor…

—En realidad fueron nueve semanas que estuvieron previstas de acuerdo al plan de rodaje que se había trazado.

—¿Hubo otras dificultades?

—Los lugares eran alejados de los centros urbanos, se demoraba mucho al llegar y retornar de éstos. Estamos hablando, por ejemplo, de Milluni, del Huayna Potosí, del Salar de Uyuni. Ésas han sido las dificultades más grandes para llevar a caballos y a un equipo de más de cien personas.

—¿Por qué eligieron estas locaciones?

—Es evidente que la elección ha sido por su espectacularidad. Entonces se ha sacrificado, digamos, el equipo y los actores, y todo justamente para poder filmar en esos lugares que posiblemente nunca han sido visitados.

—¿Cuántos dobles participaron en la filmación?

—Como es una película de acción, han habido muchas escenas de caballos, de galope, obviamente caídas, heridos; entonces, normalmente en estos casos, como se hace en el cine, se necesita gente experta en eso que se llaman dobles. En esta película participaron cuatro dobles, dos internacionales que sustituyeron a los protagonistas Sam Shepard y Eduardo Noriega. Son los dobles que simplemente toman la posición del actor para todos los ensayos y están los dobles de acción, que también se caen y hacen todo lo que son las acciones peligrosas.

Shepard ofrece más trabajo a su doble

El experimentado jinete argentino Hugo Antonio Dietz (45) concluyó con éxito la filmación de la primera película del lejano oeste ambientada en Bolivia, en la que trabajó como doble de riesgo del actor norteamericano Sam Shepard.

“Fue una experiencia extraordinaria participar de esta impresionante producción cinematográfica. Todavía no salgo del asombro por cómo me cambió la vida a los 45 años. Se me abrieron muchas puertas”, dijo Dietz al diario El Tribuno.

Dietz tuvo un protagonismo insólito en la grabación del western, en el que hay muchos caballos, persecuciones y tiroteos, por sus habilidades para montar. “Logré unas caídas espectaculares de los animales al simular recibir disparos”.

“En 60 días me voy a San Francisco, Estados Unidos, para participar en una producción de Hollywood, en la que también voy a hacer de doble de Shepard en un western moderno en el que van a haber caballos, motos y autos”. El metanense dijo que se hizo muy amigo de Shepard. “Compartimos las nueve semanas y media de grabación de la película. Me invitó a sus ranchos en Texas y hasta me ofreció trabajar en ellos”.

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